
Somos una comunidad educativa que propone una educación amorosa, motivadora y transformadora, inspirada en la Filosofía Montessori.
QUIÉNES SOMOS
La Comunidad Educativa Ágape, surge como idea el año 2018, a partir de las inquietudes de un grupo de madres y docentes, quienes buscan crear un espacio formativo amoroso y respetuoso con cada niño y niña. Así, nuestra Escuela, busca ser una opción consiente y humanizada en respuesta al precario sistema educativo nacional.
Nuestro nombre, “Ágape”, nace del querer hacer educación en un lugar lleno de amor incondicional buscando el bienestar de cada niño y niña, tal como un hogar, donde acogemos, respetamos y potenciamos la individualidad y ritmo natural de cada niño y niña, con el fin de que crezca en armonía y plenitud.

QUÉ QUEREMOS SER
Nuestra visión es ser un apoyo en la formación de seres íntegros, humanos y empáticos con el ambiente natural y social en el que se encuentren, respondiendo a las carencias que enfrentamos como sociedad. A través de una pedagogía viva y significativa, queremos potenciar las habilidades y talentos que cada niño/a posee, compartir experiencias y vivencias amorosas de aprendizaje, con el fin de construir personas felices, libres, íntegras y conscientes, preparadas para convivir en comunidades más humanas que trabajen por la paz, la justicia y la sustentabilidad.

HISTORIA DE LA FAMILIA GESTORA
Hace 4 años, al ver que nuestra hija no estaba cómoda en el sistema tradicional y que, además, lo entregado no estaba alineado con sus capacidades, nos preguntamos cómo podíamos darle una educación amable, diferente, libre, cristiana, basada en la Filosofía Montessori, que estuviera a nuestro alcance económico.
La frustración fue grande al darnos cuenta que no había nada para nosotros y si había alguna propuesta estaba muy lejos de nuestro alcance.
Así, con mucha valentía, llenos de amor por nuestra hija y otros niños y niñas que estudiaban en nuestra casa, fue que emprendimos un vuelo del cual sólo sabíamos donde comenzaba; creamos Ágape Montessori.
Luego de estos años de vida, hemos llenado nuestros corazones con las sonrisas que todos los niños y niñas nos entregan cada día, sobre todo ahora que nuestro Universo se ha visto afectado por una Pandemia. Reconocemos en nuestros pequeños un sentimiento distinto al de otros que están en esta condición; porque por sobre todo, hemos cuidado su corazón.
Familia Figueroa Mellado
